junio 7, 2019

PADRES TÓXICOS , ¿CÓMO SON?

No se trata de tener una relación perfecta con los padres, sin embargo, los padres tóxicos tiene características que los distinguen del resto, y sus conductas y manera de persuadir a los hijos, puede traer graves consecuencias en la juventud y adultez del niño víctima de padres tóxicos.

El término “padres tóxicos” es un poco nebuloso y probablemente todos lo definimos de manera diferente. A menudo, los narcisistas o aquellos con otros trastornos de la personalidad o enfermedades mentales, abusivos, emocionalmente inmaduros, y los padres alcohólicos o adictos se etiquetan como tóxicos.

Los padres tóxicos causan mucho dolor y problemas psicológicos duraderos para sus hijos. La buena noticia es que es posible superar los efectos de los padres tóxicos.

Los niños pequeños, incluso aquellos con padres tóxicos, suponen que sus padres son típicos. Sin ninguna base para comparar, piensan que otras familias operan bajo las mismas reglas disfuncionales y que todos los padres son crueles, no están disponibles o son controladores.

Eventualmente, sin embargo, se van dando cuenta de que los padres emocionalmente sanos muestran preocupación genuina por los sentimientos de sus hijos, los alientan a seguir sus sueños, se disculpan cuando se equivocan y hablan sobre los problemas de una manera respetuosa. Entonces en ese punto de aprendizaje, se dan cuenta de que los padres que tienen son diferentes.

Los padres tóxicos causan mucho dolor y problemas psicológicos duraderos para sus hijos. La buena noticia es que es posible superar los efectos de los padres tóxicos. El primer paso es ser consciente de lo que realmente significa tener un padre tóxico y reconocer las formas particulares en que los padres son disfuncionales o emocionalmente insalubres.

A continuación se encuentran algunos de los signos comunes de un padre tóxico.

Son autocentrados y con una capacidad limitada para la empatía. Siempre priorizan sus propias necesidades y no tienen en cuenta las necesidades o sentimientos de otras personas. No piensan en cómo su comportamiento afecta a los demás y les cuesta entender cómo se sienten los demás.

Tienen dificultades para controlar sus emociones. Exageran cualquier situación y provocan, son “dramáticos” o impredecibles, de esta manera generan en el niño inseguridad y resentimientos, limitando su capacidad para confiar en los demás.

Ellos tratan de controlarlo todo, quieren decirle a sus hijos qué hacer, cuándo hacerlo y cómo hacerlo. Los padres tóxicos siempre quieren tener la sartén por el mango. La culpa y el dinero son formas comunes en que ejercen poder y control.

Tratan de controlarlo todo, quieren decirle a sus hijos qué hacer, cuándo hacerlo y cómo hacerlo.

Son duros y agresivos con sus hijos, y también suelen mostrar ese ejemplo siendo duros con otras personas. O pueden ser pasivos-agresivos, usan la persuasión silenciosa, emplean comentarios sarcásticos en voz baja y burlones, suelen despreciar y mostrar apatía por el logro de sus hijos.

Nada de lo que hagan sus hijos es lo suficientemente bueno para un padre tóxico. Encuentran fallas en todo y critican cada detalle, incluso si no lo encuentran, remueven en el pasado para resaltar aspectos negativos en sus hijos.

Tuercen la verdad a su favor para poder manipular. Utilizan la culpa, la negación y la trivialización para obtener lo que quieren. No asumen la responsabilidad de su propio comportamiento, y pueden incluso responsabilizar a los hijos por la disfunción familiar.

Se muestran competitivos, no solo siempre necesitan estar en lo correcto, sino que actúan como si compitieran con sus hijos. Entonces, en lugar de alegrarse y ser feliz por sus éxitos, intentan superarlos, disminuir sus logros o ignorarlos.

Es importante mencionar cuáles son los sentimientos de los hijos expuestos a padres tóxicos, por lo general se sienten mal cuando hablan, pasan tiempo o piensan en ellos: una clara señal es la sensación que queda después de un encuentro con tus padres, si es una mala sensación y que te llena de frustración por no poder conciliarte o sentirte amado, esta podría ser la razón.

Si tienes padres tóxicos, es probable que no hayas sido alentado a tener tus propios sentimientos, por lo que es posible que no estés acostumbrado a notarlos. Por lo tanto, asegúrate de prestar atención a tus sentimientos y observa si tus padres desencadenan sentimientos de ira, tristeza, culpa, vergüenza u otras emociones negativas.

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